En
el asilo San Vicente de Paúl de la ciudad de Cojutepeque el día de las madres
se vivió de otra manera
Por:
Stanley Orellana
Rosas,
pasteles, regalos, gente en gran cantidad celebrando el día de las madres, restaurantes
llenos, música por doquier y mucha alegría así fue el ambiente que se vivió en
todo El Salvador este miércoles, cuando todas las personas salen de sus casa a
buscar las compras para la celebración a la personas que les dio la vida.
Por
el otro lado, el silencio era el dueño del lugar, las lágrimas que rodaban por
las mejillas de estas madres recordando a sus familiares y sus seres queridos,
un escenario opuesto al que la gente tiene como pensamiento de este día.
Del
mismo modo María Esperanza Ramos encargada del asilo de ancianos comentó que
este 10 de mayo es un día donde las ancianas del lugar preguntan por sus hijos,
donde están, porque las abandonaron y cuando vendrán, es un momentos de
tristeza al no saber que responder para no dañar sus sentimientos, solo cabe
mencionar que ellos ya vendrán y que dentro de poco los volverán a ver.
De
igual manera agregó que es muy duro escuchar estas palabras de las personas que
llegan a abandonar a sus madres, “Me distes la vida gracias, ahora no te recuerdo,
no sé quién eres” luego se van y el que nunca las llegan a visitar
También
explicó que en el lugar son 18 ancianas que viven en ese lugar, 4 personas las
que están para realizar los oficios diarios y las que cuidan, de todas las que habitan ahí son 2 señoras de
101 años, son las mayores y la menor es
de 64 años
La
muerte es inevitable en todo ser humano, a todos se les llegara ese día, pero
es tan hermoso ver la muerte de estas personas, que mueren de una manera tan
dulce, sin dolor, sin sufrimiento, solo cierran sus ojos y Dios las separa de
la tierra.
María
Marcelina Beltrán una de las madres de 101 años, su simpatía es inigualable,
aunque su edad es avanzada también es clave para las enfermedades como la
sordera, la gripe y la tos, pero no es impedimento para que sus sonrisas llenan
de emoción y un bonito recuerdo a las mentes de los visitantes.
Además
agregó que le gusta bailar, que su apariencia es de una anciana pero su
espíritu es como que tuviera 30 años, entre palabras y el sonar de la canción
Madrecita Querida, un recuerdo nublo su mente y en pocos segundos sus ojos se
llenaron de lágrimas y rodaron por sus mejillas, hablando sobre sus familiares
que nunca la llegaron a ver, sobresalió entre la plática el nombre de su esposo
que en paz descanse, su lamento fue más notable.
Seguidamente su llanto fue interrumpido por
una invitación a bailar, que Esperanza Ramos le pidió, comenzó a dar nuevamente
esa sonrisa carismática y emotiva en todos los sentidos; una frase llamó la
atención de Marcelina, “La que ríe a solas, de sus maldades se acuerda”
Finalmente
Esperanza Ramos comentó que en este día aparte de recuerdos y llanto, un noble
corazón les donó un almuerzo para esas madres, para que tuvieran un momento
feliz.
También
expresó que necesitan muchas cosas para salir adelante cada día, en las cuales cabe mencionar, jabón, leche,
azúcar, frijoles, la ayuda de las personas es importante.
Hola. Lea sus mis comentarios aquí.
ResponderEliminar1. Ojo con el titular. Debía ser más amplio, con mayor contexto.